Como en muchas otras tradiciones, la gastronomía ocupa un papel importante en las Fallas. Por ejemplo, son muy tradicionales los buñuelos de calabaza (bunyols de carabassa en valenciano), que días antes de poner las fallas en las calles ya se venden en numerosos bares y puestos callejeros. Estos buñuelos se hacen con calabaza, harina, levadura fresca, una pizca de sal, gaseosa y azúcar, moldeándose con la mano y friéndose en abundante aceite. Se toman solos o bien mojados en chocolate caliente a cualquier hora, pues se pueden comprar durante las 24 horas del día en la semana fallera. Ahora bien, los churros, que son de fabricación parecida y se suelen vender en los mismos lugares que los buñuelos, no se consideran una comida típicamente valenciana, pues están muy difundidos por España y países latinoamericanos.
Otro plato estrella en Fallas es, cómo no, la paella. La comida valenciana más famosa, y a la vez más desconocida (fuera de la Comunidad Valenciana hay gente que prepara supuestas paellas con ingredientes extraños para ella como embutido, guisantes, etc.), se cocina en los casales (las sedes sociales de las comisiones falleras) miles de veces durante la semana fallera y en los fines de semana de marzo previos a la misma. Se toma tanto para comer como para cenar, cocinándose dentro de locales o carpas o en plena calle, casi siempre en su modalidad de carne por ser la más tradicional de la huerta de Valencia, ya que utiliza ingredientes que se encuentran en la misma: arroz, pollo, conejo, garrofón (alubias grandes), judías verdes, tomate, pimentón, agua, azafrán, aceite de oliva y opcionalmente, caracoles y alcachofa.
El visitante que llega a las Fallas se sorprenderá de que, paseando, se encuentra a gente cocinando paellas casi a cualquier hora del día o de la noche. Y es que los concursos de paellas son tradicionales en muchas comisiones falleras, celebrándose tanto para comer como para cenar. Dado que se está en fiestas y no se tiene prisa para nada, suele pasar que se termine de cocinar a partir de las tres y media o incluso las cuatro de la tarde en el caso de la comida, y a altas horas de la madrugada en el caso de la cena, convirtiéndose en este caso en resopón. En estos concursos siempre hay buenos cocineros, pero también hay veces en que la paella sale dura, multicolor (por no distribuirse bien el azafrán), pasada y otros incidentes que demuestran que los encargados de la misma tienen poco de Arguiñano, aunque eso no quita que se lo hayan pasado bien haciéndola. En el siguiente vídeo se muestra cómo se cocina una paella valenciana más o menos estándar, aunque puede haber pequeñas variaciones de ingredientes como comenta la Wikipaella.
Pero hay otros platos tradicionales valencianos presentes en la semana fallera: el arròs amb fesols i naps (arroz con alubias y nabos), embutido con habas, arroz al horno, arroz a banda, etc.