Pasada por agua fue, otro año más, la Ofrenda Marinera que la Agrupación de Fallas del Marítimo realizó el pasado domingo. Y no porque lloviera precisamente (cascaba bien el sol), sino porque fue bajo el agua.
Otro año más, la Agrupación de Fallas del Distrito Marítimo efectuó la ofrenda de flores a la Virgen de los Desamparados más original, ya que se realiza a 30 metros de profundidad bajo el agua. Concretamente, la destinataria de las flores es una figura situada en el espigón de la parte exterior del Real Club Náutico de Valencia, esculpida en bronce por Ignacio Cuartero Fernández en 1977. La imagen estuvo durante más de 30 años sumergida frente al faro del puerto de Valencia, a 14 metros de profundidad, pero en 2009, por causa de reforzarse el faro y tras haberse restaurado la imagen, el club de buceo GISED y el Real Club Náutico la colocaron en el lugar actual.
Así pues, los representantes de las 46 comisiones falleras de la Agrupación del Marítimo se reunieron en el Edificio del Reloj en la mañana del pasado domingo 30 de septiembre, lugar desde donde se inició un pasacalle acompañado de música de tabal i dolçaina hasta los catamaranes que acercarían al lugar de la ofrenda. Junto a estos falleros estuvieron las falleras mayores de Valencia de 2018, Rocío Gil y Daniela Gómez; el secretario general de Junta Central Fallera, Ramón Estellés; Francisco Carles, presidente de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera de Valencia; y José Manuel García, jefe de tecnologías de la Autoridad Portuaria de Valencia, entre otras personalidades.
Acompañando a las embarcaciones iba una lancha de los submarinistas del GISED, quienes recogieron el ramo de flores de manos de las falleras mayores de Valencia y se sumergieron para efectuar la ofrenda. Simultáneamente, las falleras mayores infantiles y falleras mayores de las comisiones agrupadas lanzaron flores al agua, terminándose el acto con el Himne de la Coronació y la vuelta al puerto.