El Hospital de Manises trata a niños con TEA con miedo a petardos

Con motivo de las fiestas falleras, el Hospital de Manises trabajará actividades específicas con niños y niñas con trastorno del espectro autista (TEA) que sean especialmente sensibles al ruido, con el fin de que puedan disfrutar las Fallas en la medida de los posible.

Sensibilidad al ruido, autismo, TEA

Las Fallas es una fiesta irremediablemente ruidosa, en especial por la pirotecnia tanto en actos falleros como por la disparada de petardos en la vía pública. Dado que los niños y niñas con autismo suelen ser muy sensibles a los ruidos fuertes, la Unidad de de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises ha incluido en su plan de tratamiento unas actividades específicas para que estos pequeños puedan vivir mejor las Fallas. Los ruidos fuertes pueden hacer que griten, tengan rabietas o que no quieran salir de casa.

Dicha unidad realiza en las últimas semanas un programa de desensibilización hacia el ruido, mediante juegos y otras actividades, anticipándoles lo que van a vivir mediante historias sociales, haciéndoles ver que con los petardos se pueden divertir, y diciéndoles qué pueden hacer si les molesta el ruido. También han estado viendo y oyendo las mascletaes y han realizado una actividad de grupo tirando “bombetas” (petardos con muy baja potencia).

De esta manera, desde el Hospital de Manises hace lo posible para que los niños y niñas con TEA no sólo no padezcan por el ambiente ruidoso fallero, sino que al contrario, lo disfruten. Y es que la relación entre Fallas y autismo es complicada pero no imposible.

La Unidad de Neurorrehabilitación Infantil especializada en trastornos del desarrollo funciona desde 2012 en el hospital público de Manises, tratando a niños con Daño Cerebral y Trastorno del Espectro Autista (TEA) además de realizar diagnóstico diferencial de TEA. Ya ha atendido a más de 1.800 niños y adolescentes con Daño Cerebral y Trastorno del Espectro Autista. Esta unidad especializada atiende a niños de hasta 7 años en los casos con diagnóstico de trastorno de espectro autista o hasta los 15 en los casos de niños con daño cerebral.