Sofía Soler y Alicia Moreno, falleras mayores de Valencia para más señas, ya pueden presumir de tener pasodobles propios. Ayer se estrenaron públicamente en los jardines del Palau de la Música ante el numeroso público que no quiso perdérselo aunque el calor pegara con guantes de boxeo.
Para que se vean bien los ninots indultats de este año, antes de llevarlos a su nueva casa en el Museo Fallero harán una paradita en el Salón de Cristal del Ayuntamiento de Valencia, donde estarán alojados desde hoy martes hasta el viernes con pensión completa (aunque no comen mucho, la verdad).
Ya tenemos la paella en el WhatsApp (bueno, un día de estos en que se actualice y aparezca por fin el icono), y Junta Central Fallera quiere celebrarlo batiendo un récord Guinness con mucho pollo y conejo cocinando nada menos que 3.000 paellas en la Feria de Julio.
Más de 250 personas, de las que buena parte eran de fuera de Valencia (unos argentinos y otros hasta de Sueca), han aprendido de los guías pertenecientes a la Associació d’Estudis Fallers la vida y milagros de los ninots indultats en las visitas de ayer.
Por si alguien aún no se ha enterado, esta tarde se ha explicado otra vez la candidatura de las Fallas a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Y despues, todo el mundo se ha ido a ver lo mejorcito del patrimonio inmaterial de la Comunidad Valenciana en la exposición del Centre del Carme.
