El estudio de diseño gráfico con el nombre tan matemático de Ibán Ramón+Dídac Ballester repetirá en la Falla Corona y diseñará de nuevo su monumento grande, el cual realizará el artista Emilio Miralles. De nuevo, la falla será menos clásica que Alaska y Vaquerizo, y además la plantearán como una continuación de la plantada en la semana fallera de 2013.
La hucha virtual se ha abierto, y los micromecenas (no por bajitos, sino porque pueden dar poco dinero) ya pueden efectuar sus aportaciones para la “repletà virtual” de la Falla Plaza de Honduras. Con el dinero obtenido se pagará la falla infantil de esta comisión, que la realizará el artista José Luis Platero con el diseño de Socarrat Studio y un presupuesto de 4.888 euros. ¿Quieres invertir en fallas? Pues…
El bombero que la Falla L’Antiga de Campanar salvó del fuego (cosa que pensándola un poco tiene su gracia) ya está con sus compañeros de carne y hueso. Ayer por la tarde, la comisión entregó el ninot al Cuerpo de Bomberos de Valencia y de paso rindió un homenaje a estos profesionales a quienes los falleros dan tanta faena.
Si estás tomando el sol por Dénia el 2 de junio y te apetece una auténtica comida alemana, que sepas que puedes pasarte por la Falla Les Roques. Será a precios españoles, no alemanes, y la ambientación será la adecuada para la ocasión; dará la sensación de que la Merkel aparecerá por la esquina pidiendo recortes y recortes.
Como pasarlo bien no quitar el ser solidario, la Falla García Morato-Yecla se ha montado un festival solidario con música, juegos infantiles, paellas y otras diversiones. Los beneficiarios serán, además de los que vayan porque se divertirán, las asociaciones de la Feria de Primavera (Asindown, Avapace, Bona Gent y Asprona). Esta fiesta, que se llamará Algirock 2013, tendrá lugar el 15 de junio en la plaza Olof Palme de Valencia.
La dichosas crisis general y fallera en particular lleva a iniciativas curiosas como esta, en que la Falla Plaza de Honduras (Valencia) quiere pagar su falla infantil con una replegà por Internet, o como lo llaman los modernos, “crowdfunding”. A la gente de buena voluntad que suelte euros le recompensarán viviendo las fallas desde dentro.
