La falla de Nou Campanar, esa de los tubos y las baldosas, ha caído completamente esta tarde por culpa de la dichosa lluvia que nos ha jorobado la semana fallera.
Ekklesía, la falla de la que tanto se ha hablado para bien y para mal estos días, ya no está en pie. Su estructura de tubos de cartón que alcanzaba los doce metros se ha deformado con la lluvia que cayó anoche y, a pesar de que estaba apuntalada, no pudo resistir en pie y finalmente ha caído por la acción del viento. Sus artistas, Miguel Arraiz y David Moreno, sabían que esta falla no aguantaría unas precipitaciones persistentes como las caídas anoche, y efectivamente así ha sido. Hoy ya han visto inútil el esfuerzo por mantenerla de pie con tirantes; ante la previsión de este fatal desenlace, además ya se había prohibido visitarla por dentro (como se podría hacer en un principio) y hasta se había aumentado el perímetro vallado alrededor de la misma.
Así pues, la cremà tendrá que hacerse con el monumento en el suelo. Éste, que pertenecía a la sección especial con un presupuesto de 90.000 euros, consiguió el primer premio de fallas experimentales que otorga Junta Central Fallera, aunque ninguno de sección. En cualquier caso, ya ha pasado a la historia como el monumento innovador y experimental más grande de la historia.
Otra falla que no ha podido resistir las inclemencias del tiempo ha sido Aras de Alpuente-Castell de Pop. El monumento ha caído, aunque afortunadamente sobre el recinto vallado y sin provocar daños personales.
En cualquier caso, la cremà se mantiene para esta noche a las 22.00 para las infantiles y a partir de las doce de la noche para las adultas, aunque no se descartan dificultades para prender fuego a alguna falla por estar todavía empapada de agua.