Y si este año se notaba algo que las fallas no eran tan tochos como en 2011, el que viene se notará más. Una, por el famoso y puñetero aumento del IVA al monumento, y otra, porque el Ayuntamiento de Valencia ha recortado el precio de la falla municipal grande un 15%. Pero la fiesta sigue, sean las fallas montañas o muñecos de Playmobil.
Las fallas, aparte de fiesta, fomentan buenos valores y hasta los practican, como ocurre en estos dos casos. En Valencia, la Falla Rubén Darío-Fray Luis Colomer ganó el premio Controla Club por lo bien que abordó el problema del alcoholismo, y en Dénia, las comisiones de esta localidad recogieron mil kilos de comida para personas necesitadas.
En la Ofrenda de Flores no hay recortes (de gente, se entiende): unas 100.000 personas participaron en este acto donde sea el fallero creyente en el Catolicismo o en la orden de Caballeros Jedi, le gusta desfilar. La plaza de la Virgen se volvió a llenar el 17 y el 18 de marzo de festeros, público, televisiones extranjeras, japoneses con cámara y, por supuesto, muchas flores que formaron el manto de la gran Virgen de los Desamparados que se monta en ella. Y si te lo perdiste o no te gustan los agobios de gente, aún puedes ver a la patrona de Valencia en su plaza.
Ayer por la noche se quemaron las Fallas, que para eso se hacen. Unas fallas con algo menos de monumentalidad, pero con mucho más crítica que se la ganaron los políticos por fastidiar a la fiesta con medidas como el 21% de IVA al monumento, protesta que estaba hasta en la sopa estos días. También hubo alguna que otra anécdota, como que no se quemara todo el remate de Ceramista Ros, que representaba dioses de la India (aunque casi se quema un hindú de verdad), o que una fallera mayor cogiera su regalo de la falla con una plataforma elevadora. El caso es que la cremà terminó con las Fallas 2013, y hoy solo quedan por las calles churrerías cerradas, alguna carpa que otra y suciedad.
Todo lo bueno se acaba, y si es bueno, breve dos veces bueno. Sin más refranes, hay que decir que hoy el fuego acabará con todas las fallas, y con ellas sus críticas a los políticos, a los maltratadores, a los recortes y a mucho más. A las diez de la noche será la cremà de las infantiles (salvo alguna excepción), y a las doce, en teoría, las grandes. Pero por la tarde, para ir entrando en calor (y nunca mejor dicho), tendrá lugar la Cabalgata del Fuego. ¡No te la pierdas!
