El Colegio de Economistas de Valencia echará una mano a las comisiones falleras para que no se descuenten llevando la contabilidad, según un acuerdo que ha conseguido Junta Central Fallera.
Economistas colegiados ayudarán a las comisiones que lo deseen en su gestión económica, según un acuerdo de su colegio con Junta Central Fallera. De esta manera, podrán realizar de una manera profesional los trámites contables y fiscales que exige la nueva Ley del Impuesto Sobre Sociedades, entre otras normas fiscales. Recordemos que a partir de ahora, todas las asociaciones sin ánimo de lucro como son las comisiones falleras deberán presentar declaración de dicho impuesto salvo que cumplan tres requisitos: ingresos totales inferiores a 50.000 euros, ingresos no exentos sujetos a retención inferiores a 2.000 euros, y aplicar retención a todas las rentas no exentas. Además, también deberán realizar liquidaciones de IVA. Ello implica que la falla ha de llevar la contabilidad correctamente, presentando a final de ejercicio tres estados contables: el balance de situación (qué tiene y qué debe la comisión), la cuenta de resultados (si ha ganado o ha perdido dinero) y la memoria (texto aclarativo de diversos conceptos).
Según informaba el diario Levante-EMV de ayer, los falleros contarán con un listado de profesionales elaborado por el Colegio de Economistas, en el cual se detallarán las características de cada uno. No obstante, las tarifas dependerán de los servicios que necesite la comisión. De todas maneras, la contratación de un asesor contable y fiscal no será obligatoria ni mucho menos, ya que puede ser que la falla tenga algún componente que pueda realizar esta función ocupando el cargo de contador o tesorero o siendo simplemente su ayudante.
La nueva normativa fiscal sigue la tendencia de la Administración Pública española para tener controlados todos los movimientos de dinero que se produzcan. En efecto, hasta ahora, los que realizaban las organizaciones sin ánimo de lucro en muchas ocasiones no le dejaban rastro porque no presentaban cuentas anuales ni declaraciones de impuestos. Tan sólo inspecciones como las vividas por algunas de las comisiones más grandes de Valencia le revelaron a Hacienda detalles de sus operaciones económicas. Sin embargo, ahora éstas le serán más visibles a la Administración Pública, lo que también servirá para cruzar datos con los movimientos de sus clientes y proveedores. En definitiva, más que recaudar (porque se recogerá relativamente poco dinero), se busca control fiscal.