La Falla Nou Campanar ha desaparecido definitivamente tras el pleno de anoche de Junta Central Fallera. Acaban así 13 años de historia en los que se han plantado las fallas más caras de la historia y la primera de la sección especial que participó en el concurso de experimentales.
Como ya se veía venir, la Falla Pediatra Jorge Comín-Serra Calderona, más conocida como Nou Campanar, se ha disuelto. Una comisión que en su relativamente corta historia (de 2013 a 2015) ha batido récords y hasta ha tenido una fallera mayor infantil de Valencia, María Berbel. En efecto, su monumento grande participó el primer año en la sección primera A, pero ya en 2004 saltó a la máxima categoría, comenzando una trayectoria ascendente en presupuestos que culminó en 2009 con un millón de euros, siendo hasta el momento el más caro de la historia. Dos años antes ya había batido otro récord, el de altura de una falla, al alcanzar los 30 metros. El volumen de los catafalcos llegó a ser tan grande algunas veces que no podían situarse en el cruce de las calles y se colocaron en solares.
Y es que el monumento fallero fue su gran apuesta gracias al impulso de su fundador, el empresario Juan Armiñana, quien también consiguió que todo el mundo conociera un barrio nuevo que por entonces estaba algo apartado de la ciudad. Fueron siete primeros premios en sección especial con la falla grande y otros siete en infantil los que ha conseguido esta comisión fallera ya extinta, la cual no tuvo tanto éxito con su modelo económico y no pudo sobrevivir a la crisis del ladrillo. Su intento de reconvertirse en 2015, año en que incluso cambiaron de estilo su falla y plantaron la Ekklesía de Miguel Arráiz y David Moreno, no funcionó y ya anunció primero que no plantarían en especial en 2016, y después que no habría falla este año. Las escasas posibilidades de que tuvieran monumento en 2017, dadas las dificultades económicas de la comisión, ya presagiaban que su extinción era más que probable.
Desaparece así una comisión fallera que surgió con el boom inmobiliario y que no pudo soportar la crisis de este sector, no sin antes dejar un legado importante en la fiesta. Ahora su demarcación está libre para quien quiera fundar una falla en este barrio de la zona de Campanar, en otro tiempo tan acostumbrado a las avalanchas de gente durante la semana fallera.
