Pere Fuset volverá fuerte a Junta Central Fallera, ya que ha anunciado que está negociando ya con el multimillonario rarito Elon Musk para que sea el patrocinador oficial de las Fallas de València 2024. Aunque haya comprado Twitter, aún le queda mucha pasta para gastar.
Pere Fuset recuperará la concejalía de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València el 20 de marzo próximo, como ya se anunció la semana pasada una vez declarada su absolución del juicio por el accidente de Viveros en 2017. Carlos Galiana continúa hasta esa fecha encargándose de esa área, pero mientras tanto, Fuset ha mantenido contactos informales con el empresario Elon Musk (muy conocido últimamente por haber comprado Twitter) para que sea el patrocinador oficial de las Fallas de València de 2024, conversaciones que parecen ir por buen camino.
Si finalmente el multimillonario excéntrico aceptara ser el nuevo patrocinador de las Fallas, supondría nuevos beneficios para la fiesta. Por ejemplo, que los coches oficiales de las falleras mayores de València serían eléctricos (de marca Tesla, naturalmente), lo que entra dentro de los objetivos de ciudad verde de alcalde Joan Ribó. Además, los falleros y falleras podrían tener cuentas de Twitter Blue sin coste alguno (un tipo de cuenta premium), e incluso una mascletà vertical de un kilómetro de altura gracias a su empresa aeroespacial SpaceX. El dinero que aportaría a la fiesta no se ha revelado, pero se calcula que al menos cinco veces lo que ahora recibe Junta Central Fallera de su principal patrocinador, lo que es calderilla para una de las personas más ricas del mundo. A cambio, él solo quiere publicidad de sus coches eléctricos, que todas las comisiones falleras tengan cuenta de Twitter, un sitio fijo en el balcón del Ayuntamiento para ver la mascletà todos los días y salir en la Cabalgata del Ninot disfrazado de marciano.
El interés por el patrocinio le viene porque València y su fiesta grande no son unas desconocidas para Elon Musk. En su juventud, vino a la ciudad de turismo en algunas ocasiones y vivió las Fallas en persona, siendo conocido en algunas comisiones del centro histórico por lo pesado que se ponía porque quería disparar él los castillos de fuegos artificiales (de ahí le vino su afición por el espacio).