Miles de infecciones de fiesta fallera ayer con la cantidad de actos que hubo: despertà, entrada de bandas, mascletà y Crida. Aunque es una enfermedad benigna, muchos y muchas acabaron hechos polvo por la noche (de no parar más que nada).
La amenaza de un contagio del coronavirus no ha impedido la masiva participación de gente en los diversos actos falleros que tuvieron lugar en el centro de València, empezando a primera hora de la mañana y finalizando por la noche. Ninguno de ellos se vio mermado de su participación habitual y se desarrollaron con total normalidad.
El primero de ellos fue la macrodespertà, donde participaron 3.000 personas, un tercio de ellas niños y niñas. A las 7.20 empezó el disparo de bombetas en el caso de los infantiles, y de trons de bac en el caso de los mayores. Encabezaron la comitiva la fallera mayor de València, Consuelo Llobell, junto a su corte de honor y al reciente concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana. Desde la calle de la Paz, la despertà llegó a la plaza del Ayuntamiento, quemándose un total de 200.000 trons de bac durante el recorrido. Para finalizar, se disparó un terremoto final a cargo de Pirotecnia Valenciana. A continuación se sirvió un desayuno de chocolate caliente y bollería para todos los asistentes.
Terminada la macromascletà, incluyendo desayuno, sobre las 9.30 horas, hubo un descanso hasta las 11.30, hora en que comenzó la entrada de bandas de música. Todas ellas efectuaron un recorrido que empezó en la plaza de la Virgen, plaza de la Reina, calle del Miguelete y calle San Vicente, terminando dando una vuelta a la plaza del Ayuntamiento. Participaron 13 bandas de música, las cuales interpretaron conjuntamente El Fallero bajo la dirección de José Rafael Vizcaíno Cámara.
Poco tiempo después de terminar la entrada de bandas, dio comienzo la mascletà. A las dos de la tarde se disparó este espectáculo pirotécnico a cargo de Peñarroja, pero pocos minutos antes, la fallera mayor de Valencia y su corte le entregaron un detalle a la matriarca de esta familia de pirotécnicos.
Y tras la pausa de la comida y la sobremesa, empezó a llegar gente a la parte delantera de las Torres de Serranos para tomar sitio para la Crida. A las 18.30 ya había un bueno número de falleros y falleras en la plaza, para los que el DJ Bocacchico pinchó música y así hacer más corta la espera. Ya las 20 horas, le relevó Fam Teatre con su espectáculo de pirotecnia e iluminación titulado Pólvora i Foc, que recreaba diversos motivos valencianos y falleros con proyecciones sobre las Torres de Serranos.
Tras subir las autoridades al escenario montado delante de las Torres de Serranos, el alcalde Joan Ribó dio paso a las falleras mayores. La infantil, Carla García Pérez, pidió “abrir todos los casales” para mostrar a amigos y familia la “forma de vida” que es ser fallero o fallera. Tras ella, Consuelo Llobell comentó en su discurso que un casal fallero es la mejor red social del mundo, y que hay que difundir nuestra fiesta por el mundo. La despedida la realizó en seis idiomas.