Fallas para falleros y no falleros según Candreu
¿Ya has leído Los museos falleros?

Convento ya tiene sus sellos de reconocimiento al cálculo de la huella de carbono

La Falla Convento Jerusalén-Matemático Marzal va en serio en su lucha contra las emisiones de carbono y ha dado otro paso: ya tiene los sellos de reconocimiento al cálculo de la huella de carbono.

La Falla Convento recoge los sellos de reconocimiento al cálculo de la huella de carbono

La Falla Convento sigue adelante con su proyecto ecológico “Convento más Verde” para compensar sus emisiones de carbono a la atmósfera, recibiendo los sellos de reconocimiento al cálculo de la huella de carbono que emite la Oficina Española de Cambio Climático. Valvanera Ulargui Aparicio, directora general y mujer de confianza de la vicepresidenta Teresa Ribera en materia de cambio climático, entregó estos sellos al presidente de la comisión, Francisco Segura Hervás, y al delegado de Medio Ambiente de la misma, Javier Cervera, con el fin de reconocer la concienciación, el control y la medición de las emisiones de carbono que realiza el colectivo de Convento Jerusalén-Matemático Marzal. La entrega se realizó en la Feria Internacional de Energía y Medio Ambiente, GENERA, que se celebra estos días en Madrid.

El registro de la huella de carbono se ha realizado respecto a las emisiones de la actividad desarrollada por la comisión fallera durante todo el año en sus dos locales (Casal y Parador So Nelo), incluyendo el transporte de los falleros a diversos actos (visita al taller de la falla, por ejemplo), y por supuesto en la cremà. El sello ha sido triple, ya que el cálculo de la huella de carbono ya se ha llevado a cabo en los años 2016, 2017 y 2018. La Falla Convento es la primera organización relacionada con una fiesta en España, que realiza este registro voluntario en la Oficina Española de Cambio Climático.

El proyecto “Convento Más Verde” continúa calculándose la huella de carbono de 2019, contratando electricidad 100% procedente de fuentes renovables para su casal y su parador, y trabajando en un proyecto de absorción de dicha contaminación durante 2020, el cual consistirá en plantar mil ejemplares de pino y carrasca en un bosque de Llíria que sufrió un incendio el año 2012.