Este año, la comisión de Borrull-Socors cambia en su falla las sillas por las puertas, y lo hace para alzar la voz (que no la Vox) por la igualdad de género.
La comisión de Borrull-Socors sigue peleando por la igualdad real entre hombres y mujeres, y tras cambiar sus estatutos para hacerla efectiva internamente (permitiendo incluso que haya fallero mayor), ahora vuelve a la carga con el tema con sus dos fallas de 2019. Y para ello utilizarán puertas en la grande, como símbolo de las diferentes formas de ver la discriminación de la mujer respecto al hombre. Por ejemplo, dos de ellas, las que se llevarán a la Exposición del Ninot, muestran una entrada para las mujeres más pequeña que para los hombres, simbolizando las dificultades de ellas para conseguir lo mismo que ellos. Además habrá un iceberg que representará todo aquello que no se ve sobre las desigualdades de género, ya que en este tema como en dichos bloques de hielo, está sumergida la mayor parte de lo que hay.
El lema de la falla es #Ab100s, #pre100s, #inno100s (“absents, presents, innocents”), continuando con la labor social con el número 100 cómo protagonista por el próximo centenario de la comisión. Los propios falleros y falleras serán los encargados de construirla.
La falla infantil seguirá la misma temática, pero convirtiéndose en un espacio lúdico como en años anteriores. En ella, los niños y niñas podrán jugar en condiciones de igualdad de género, sin distinguir entre juguetes de niños y niñas. También la realizará la comisión.
En la presentación de estos proyectos, que tuvo lugar ayer por la tarde en el Espacio Llimera, se representó una obra de teatro ambientada en un colegio donde a los niños y a las niñas se les hablaba de mujeres relevantes de la historia universal y también de la personal de cada uno, así como de la importancia de repartirse los papeles y tareas en una casa sin importar el sexo de cada uno.