Para acabar bien el curso, los falleros han conseguido hoy dos aprobados: uno, que el no-Museo Fallero de Valencia sea oficialmente museo y no un almacén como hasta ahora; y otro, que la paella sea un emoticono del WhatsApp y de otros programas que envíen caritas con gestos y dibujitos varios.
Una reivindicación histórica de los investigadores falleros se ha hecho realidad hoy: el Museo Fallero del Ayuntamiento de Valencia, el del edificio de Junta Central Fallera, ya es considerado oficialmente museo por la Generalitat Valenciana. Así lo confirma el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV) publicado hoy. Este reconocimiento, que casualmente se hace público el Día Internacional de los Museos, supone la posibilidad de optar a ayudas económicas de diversas administraciones públicas para su conservación y mejora, así como mayor proyección turística que puede repercutir en aún más visitantes (es una de las colecciones más visitadas de la ciudad).
El estatus oficial de museo se ha conseguido tras cumplirse los requisitos legales para ello, como son tener un director (cargo que ostenta el investigador Gil-Manuel Hernández) y un plan museográfico, documento que ha elaborado dicho responsable de la institución. De esta manera cumple lo que marca la Ley 4/1998, de 11 de junio, de la Generalitat Valenciana, del Patrimonio Cultural Valenciano, y la Orden de 6 de febrero de 1991, de la Conselleria de Cultura, Educació i Ciència.
En otro orden de cosas, el emoticono de la paella se ha aceptado esta madrugada para que figure en WhatsApp y en otras aplicaciones informáticas. Tras la campaña capitaneada por el humorista Eugeni Alemany que le ha llevado a Estados Unidos y Japón, gracias al patrocinio de una marca de arroz, el comité de Unicode (organismo que determina los emoticonos) ha dado el voto positivo. En los próximos meses, los sistemas operativos Android e iOS (Apple) añadirán el plato valenciano entre sus iconos. Conseguirlo ha costado año y medio y protestas para no incluir ingredientes incorrectos, pero el esfuerzo supone otro reconocimiento internacional para la receta.